En ocasiones las familias experimentan cambios internos como la venta de un negocio, la adquisición de nuevos activos, la transmisión de una generación a la otra, que requieren asesores de confianza para afrontar la nueva realidad con soluciones a medida.
La constante evolución de las reglas fiscales y contables, las nuevas regulaciones bancarias y financieras, la evolución normativa de las distintas jurisdicciones y de sus estructuras, etc, hacen de la gestión patrimonial todo un desafío, donde la velocidad y la capacidad de adaptación son claves.
Por eso muchas familias de éxito en todo el mundo confían en la gestión patrimonial que realiza un Family Office, una solución integral de gestión patrimonial donde un grupo de profesionales multidisciplinar trabaja de forma coordinada para acompañar a la familia en sus decisiones de manera proactiva y con una estrategia largo plazo.